Enfoque reflexivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TICs) en el siglo XXI
Ahora bien, sabiendo que caminar hacia esa sociedad del conocimiento implica, por otra parte, la necesidad de generar estrategias políticas y económicas que faciliten y garanticen la formación, la educación y el aprendizaje a lo largo de la vida.
La UE (1997) realiza en este sentido una serie de recomendaciones que , de
acuerdo con Gisbert, serían fundamentales para garantizar una correcta evolución
de nuestra sociedad en el próximo milenio:
- Estimular la adquisición de conocimientos
- Creación de una red de educación
- Nuevos incentivos financieros para la formación
- Mejora y Divulgación de conocimientos sobre métodos de aprendizaje
- Producción de material de aprendizaje de alta calidad y bajo coste.
Aunque, hay que decir que no todos los países podrán tender hacia la sociedad
del conocimiento, puesto que existen diferencias culturales , lingüísticas y educativas, que con mucha frecuencia, lejos de constituir un elemento enriquecedor, se convierte en una barrera. Especialmente cuando en esos países en vías de desarrollo, no se ha solventado el problema de la satisfacción de necesidades básicas, tales como el alimento. Y además el tipo de información recibida está totalmente monopolizada, centralizada desde los intereses del poder. En tal caso, será necesario desarrollar estrategias para que la globalización sea una realidad y no sólo una expresión literaria (Gisbert, 2000b).
Por otra parte, especial relevancia tiene también destacar el impacto de las TICs en el ámbito de la ética, preguntándose por los alcances de responsabilidad personal y social en el uso realizado por el hombre de la Tecnología.
Acontecimientos como los del pasado 11 de Marzo, en Madrid muestran, de manera descarnada, las profundas fracturas que existen en nuestro repertorio moral.
Dan suficientes motivos para ser conscientes de que uno de los peligros más graves de la llamada “brecha tecnológica o digital”procede de carencias morales, y no tanto de limitaciones en los recursos de infraestructura material. Por lo que se hace necesario cuestionarse la aplicación , desde un punto de vista ético, que se está desarrollando con los medios tecnológicos.
Aunque desde un consenso global, este debate sobre los desafíos la ética en el campo de la ciencia y la tecnología incluye referencias a la premisa de que el desarrollo científico y tecnológico es neutral, desde un punto de vista moral, ya que la moralidad sólo puede ser atribuida a los actos humanos y no al conocimiento, o a los instrumentos tecnológicos, considerados en sí mismos (Leonel Zúñiga, 2003)
Así de este modo, la emergencia de un mundo globalizado demanda el planteamiento de una Ética común, independiente de condicionamientos culturales específicos. Tomando en consideración, para ello, elementos tales como:
- La vulnerabilidad y la limitación personal y colectiva, como sustento de la
interdependencia.
- El beneficio y mejoramiento de las condiciones de vida de los demás, como
condición necesaria de nuestro propio bienestar.
- El valor de la identidad y la cultura ajenas, como fuente de afirmación de
nuestra propia identidad y cultura.
- La responsabilidad de preservar el patrimonio de las generaciones futuras,
como condición de supervivencia de la especie.
- El respeto a la dignidad y los derechos de la persona, como sustento de la
solidaridad y como garantía de la estabilidad social (.......)
APA: Díaz, I. A., Reche, M. P. C., & Lucena, F. J. H. (2005). El impacto de las TICS en la sociedad del milenio: nuevas exigencias de los sistemas educativos ante la “alfabetización tecnológica”. Publicación en línea, 2(4), 177-190.
(TICs) en el siglo XXI
Desde la década de los 90, uno de los impactos más notables en las Nuevas Tecnologías se ha vislumbrado en la generalización del uso de las redes y una globalización de la información. Aunque la transmisión constante de información no ha tenido ningún efecto en cuanto a la generación y adquisición de conocimiento y mucho menos en la generación de saber.
Así desde los diferentes contextos educativos deberemos marcarnos como una de las principales metas a conseguir en la educación del próximo milenio, el favorecer que los datos, la información y el conocimiento constituyan una base sólida sobre la que asentar todos los procesos reflexivos y todos los procesos de toma de decisiones con el fin de mejorar la calidad de todos los aspectos de la vida
(UE, 1997:17).Es decir pasar de la “Sociedad de la Información” a una “Sociedad
del Conocimiento”, esto es transformar la “información”, según Mercé Gisbert, datos secuenciados y ordenados en conocimientos, nociones fieles o aproximadas a la realidad, aplicando, para ello, el uso crítico, racional y reflexivo de la información global, distribuida por los diferentes medios.
En esa Sociedad del Conocimiento, la diversidad reinará sobre los retos y desafíos que nos aguardan y la formación será el elemento clave que marcará la diferencia, por ejemplo en el futuro no saber idiomas o informática no significará no contar con un activo adicional, sino estar seriamente en inferioridad de condiciones (Punset:42). Con todo ello, uno de los principales desafíos de las TIC para el próximo milenio lo constituirá el desarrollo de cualificaciones y competencias para poder hacer un uso efectivo de la información. Será fundamental percibir la sociedad de la información como sociedad del aprendizaje, entendida como una Educación.
Permanente o para toda la vida, es decir, abordando la denominada Educación No Formal, iniciada por Delors en los 60, y referida a que el proceso de aprendizaje ya no se limita al período de escolarización obligatoria sino que nos hallamos inmersos, progresivamente, en procesos de aprendizaje continuo que se inician con el nacimiento y finalizan con el propio proceso vital.Ahora bien, sabiendo que caminar hacia esa sociedad del conocimiento implica, por otra parte, la necesidad de generar estrategias políticas y económicas que faciliten y garanticen la formación, la educación y el aprendizaje a lo largo de la vida.
La UE (1997) realiza en este sentido una serie de recomendaciones que , de
acuerdo con Gisbert, serían fundamentales para garantizar una correcta evolución
de nuestra sociedad en el próximo milenio:
- Estimular la adquisición de conocimientos
- Creación de una red de educación
- Nuevos incentivos financieros para la formación
- Mejora y Divulgación de conocimientos sobre métodos de aprendizaje
- Producción de material de aprendizaje de alta calidad y bajo coste.
Aunque, hay que decir que no todos los países podrán tender hacia la sociedad
del conocimiento, puesto que existen diferencias culturales , lingüísticas y educativas, que con mucha frecuencia, lejos de constituir un elemento enriquecedor, se convierte en una barrera. Especialmente cuando en esos países en vías de desarrollo, no se ha solventado el problema de la satisfacción de necesidades básicas, tales como el alimento. Y además el tipo de información recibida está totalmente monopolizada, centralizada desde los intereses del poder. En tal caso, será necesario desarrollar estrategias para que la globalización sea una realidad y no sólo una expresión literaria (Gisbert, 2000b).
Por otra parte, especial relevancia tiene también destacar el impacto de las TICs en el ámbito de la ética, preguntándose por los alcances de responsabilidad personal y social en el uso realizado por el hombre de la Tecnología.
Acontecimientos como los del pasado 11 de Marzo, en Madrid muestran, de manera descarnada, las profundas fracturas que existen en nuestro repertorio moral.
Dan suficientes motivos para ser conscientes de que uno de los peligros más graves de la llamada “brecha tecnológica o digital”procede de carencias morales, y no tanto de limitaciones en los recursos de infraestructura material. Por lo que se hace necesario cuestionarse la aplicación , desde un punto de vista ético, que se está desarrollando con los medios tecnológicos.
Aunque desde un consenso global, este debate sobre los desafíos la ética en el campo de la ciencia y la tecnología incluye referencias a la premisa de que el desarrollo científico y tecnológico es neutral, desde un punto de vista moral, ya que la moralidad sólo puede ser atribuida a los actos humanos y no al conocimiento, o a los instrumentos tecnológicos, considerados en sí mismos (Leonel Zúñiga, 2003)
Así de este modo, la emergencia de un mundo globalizado demanda el planteamiento de una Ética común, independiente de condicionamientos culturales específicos. Tomando en consideración, para ello, elementos tales como:
- La vulnerabilidad y la limitación personal y colectiva, como sustento de la
interdependencia.
- El beneficio y mejoramiento de las condiciones de vida de los demás, como
condición necesaria de nuestro propio bienestar.
- El valor de la identidad y la cultura ajenas, como fuente de afirmación de
nuestra propia identidad y cultura.
- La responsabilidad de preservar el patrimonio de las generaciones futuras,
como condición de supervivencia de la especie.
- El respeto a la dignidad y los derechos de la persona, como sustento de la
solidaridad y como garantía de la estabilidad social (.......)
APA: Díaz, I. A., Reche, M. P. C., & Lucena, F. J. H. (2005). El impacto de las TICS en la sociedad del milenio: nuevas exigencias de los sistemas educativos ante la “alfabetización tecnológica”. Publicación en línea, 2(4), 177-190.
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