Más que tecnología, la educación
necesita líderes de cambio
Anthony Salcito,
vicepresidente de Microsoft Education, habló con Semana Educación sobre la
importancia de llevar la tecnología a las escuelas e incentivar a los docentes
para que se apropien de ella.
Por estos días, varios maestros y expertos del sector se reúnen
en Corferias, Bogotá, para participar en Virtual Educa, una iniciativa de
cooperación multinacional para incentivar el desarrollo y la innovación
educativa. Entre ellos, Anthony Salcito, una de las mentes más experimentadas
en la aplicación de tecnologías para el estudio. El vicepresidente de Microsoft
Education Worldwide ha viajado por todo el mundo para conocer de primera mano
cómo el uso de la tecnología está cambiando la educación.
Sin embargo, Salcito
tiene claro que aunque las nuevas herramientas tecnológicas de la era 2.0 son
el futuro de la educación, no son el motor principal del cambio. Para eso,
dice, hacen falta educadores innovadores que se apropien de la tecnología
capaces de repensar el modelo educativo y generar mejores resultados de
aprendizaje.
Semana
Educación (S.E.): ¿Cuál es el papel de la tecnología en la educación en la
actualidad?
Anthony
Salcito (A.S.): Necesitamos la tecnología en las clases. En el mundo en que vivimos,
la tecnología debería sin duda ser parte de cada espacio de aprendizaje de los
niños. Pero la verdadera transformación que hace falta en la educación debe
entender que la tecnología es un elemento, no el componente principal. La
tecnología facilita esa transformación, pero no es el vehículo. La idea es que
la tecnología se convierta en la respuesta para mejorar los resultados de
aprendizaje, no es llevar la tecnología a los colegios por el hecho de llevar
la tecnología en sí.
S.E.: ¿Qué habilidades necesitan los estudiantes hoy en día y
cómo la tecnología les ayuda a obtenerlas?
A.S.: Hay una amplia gama de
habilidades que los empleadores están demandando, pero en particular se buscan
mucho las 5 C‘s: colaboración, creatividad, comunicación, pensamiento crítico y
pensamiento computacional. Estos son cada vez más solicitadas en un espacio
laboral que es más colaborativo, global y diverso. Esas son las cosas que
tenemos que promover en las clases.
S.E.:
¿En qué consiste el pensamiento computacional?
A.S.: Este es probablemente el
más nuevo y menos entendido. Se trata, no solo de usar computadores, sino de
entender cómo pensar diferente con la tecnología. Esto es una cosa muy poderosa
que los estudiantes tendrán que desarrollar en las clases para prepararlos para
su futuro.
S.E.:
En Colombia vemos escuelas donde llegan los computadores pero carecen de
conectividad o los maestros no tienen los conocimientos para explotarlos. ¿Cómo
se afrontan estos retos?
A.S.: Lo que tenemos que hacer
es poner la tecnología detrás del plan de transformación educativa. Cuando
traes un computador a la clase lo que pasa típicamente es que entra el profesor
a preguntarse: “¿Cómo conecto mis libros y mis lecciones? ¿cómo lo arreglo
cuando se rompe? ¿cómo consigo más para los estudiantes?”. Son preguntas
técnicas. Lo que yo quiero es que se vaya más allá de la tecnología, pensar
cómo obtenemos mejores resultados de aprendizaje, cómo ampliamos el interés de
los estudiantes por un tema, cómo expandimos sus horizontes más allá de
Colombia y pensamos globalmente.
Todas esas preguntas se
pueden resolver con la tecnología. Pero toca empezar por hacérselas. Porque lo
que pasa cuando se empieza por la integración tecnológica, que es la parte
fácil, es que los profesores dejan de plantearse estas cuestiones. Cuando las
computadoras van por delante, los profesores son reticentes a usarlas. En el
mejor de los casos, los maestros que las usan solo están automatizando el mundo
físico que tenían antes. Entonces, están haciendo lo mismo, solo que con un
computador.
S.E.: ¿Qué tan difícil es capacitar a los profesores?
A.S.: El reto no es
entrenarlos a usar computadores. La mayoría de profesores hoy usan smartphones y otros dispositivos tecnológicos para hacer un
montón de cosas en su vida personal, y saben cómo usarlos. El reto es darles la
confianza de que su papel se expande, no disminuye, con la tecnología.
Muchos profesores se
resisten a la tecnología porque sienten que les resta su valor. En nuestra
experiencia, es todo lo contrario: la tecnología valoriza al profesor. Hoy en
día ellos pueden orquestar un aprendizaje que existe más allá de la clase, más
allá del horario escolar; pueden inspirar a los estudiantes a aprender y a
indagar más a fondo sobre los temas que están explorando. Los profesores pueden
hacer muchas cosas ahora con la tecnología. Pero tienes que darles la confianza
de que se enseña y se aprende de un modo diferente que antes.
S.E.:
¿Y en qué tiene que cambiar el papel de los docentes?
A.S.: Ahora un maestro está
acostumbrado a ver su papel como un transmisor del contenido. En muchos
sentidos, ahora eso se puede hacer con la tecnología y el papel del profesor se
vuelve más el de inspirar a los estudiantes, crear un camino personal en cada
uno, usar lo que aprenden los alumnos fuera de la clase y aplicarlo con
proyectos colaborativos dentro del aula. Ese rol requiere más innovación y
liderazgo en los maestros. Por eso, lo que nosotros hacemos con Microsoft no es
solo instruir a los educadores sobre cómo usar Office 365, sino cómo pensar
diferente dentro y fuera del aula.
S.E.: Y aquí en el país, ¿se está generando ese cambio de
mentalidad?
A.S.: Colombia está empezando
a entenderlo con el trabajo que están desarrollando programas institucionales
como Computadores para la Educación. Estos se están haciendo la pregunta de si
hay que pensar diferente sobre los líderes educativos, sobre el currículo y el
aprendizaje fuera y dentro del aula. Pienso que hay ejemplos del liderazgo,
tanto como prácticas individuales de docentes como de instituciones educativas
innovadoras, que refuerzan esa visión. Así que hay una conciencia sobre la
transformación que debe hacerse. Lo que falta ahora es trabajar en la segunda
fase, que es llevar esos cambios a cada escuela colombiana.
S.E.:
¿Qué es la educación para usted y cómo debería ser la educación del futuro?
A.S.: Pienso que la educación
siempre ha sido sobre ayudar a la gente a obtener más de su futuro, ayudar a la
gente a sacar a sus familias de la pobreza, inspirar pasión por resolver los
problemas que el mundo enfrenta. Y, sobre todas las cosas, es sobre de
empoderar a las personas para crear el futuro que quieren ver. Un sistema
educativo diseñado perfectamente no deja afuera a ningún estudiante, crea oportunidades,
prioriza los resultados educativos y trata el futuro de cada aprendiz como el
motivo primordial del cambio. Además, un buen modelo educativo celebra las
experiencias de aprendizaje. Importa más cómo se sienten los estudiantes en
clase que lo que les ponen a hacer.
ENLACE: http://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-con-anthony-salcito-usar-herramientas-tecnologicas-para-la-educacion/528578
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